A grandes rasgos esa fue la columna vertebral
del primer curso masivo, abierto y en línea desarrollado en una universidad
boliviana. Hasta el presente, ni en las universidades públicas, ni en las
privadas se engendró un curso de esta magnitud y menos con un equipo de 13
personas.
La primera parte de esta serie de trabajos
donde analizaremos los resultados obtenidos en el Mooc antes citado, está
dirigido a demostrar cómo entendemos este tipo de curso, con una visión pedagógica.
Otros trabajos se dedicaran a los antecedentes del curso, su organización y los
resultados alcanzados.
Entendemos el Mooc como el curso masivo,
abierto y en línea, tal y como se comprende dentro y fuera del ámbito
pedagógico. Los cursos masivos no es una idea nueva, en la década de los
sesenta varias universidades realizaban cursos masivos donde la masividad
estaba apoyada en la cantidad de asientos disponibles en el lugar donde se impartía
el curso.
La Universidad de La Habana, por citar un ejemplo, desarrolló muchos
cursos de esta índole, varios de ellos con prestigiosos profesionales como el
caso del francés André Voisin experto en el campo de la agricultura y
ganadería.
El carácter abierto tampoco es una novedad,
ese fue el inicio de muchas universidades europeas, que entre los siglos XII y
XIII solo exigían un mínimo de edad, hablar y escribir en latín. En el pasado
siglo varios movimientos estudiantiles impulsaron cursos para toda la sociedad.
Un ejemplo lo dio la Federación de estudiantes universitarios (FEU) de la
Universidad de La Habana, cuando el 3 de noviembre de 1923 y bajo la dirección
de su carismático líder Julio Antonio Mella, fundaron la Universidad popular“José Martí”
En concreto lo masivo y lo abierto son
característicos de infinidad de cursos realizados mucho antes de Internet y es
consecuencia directa de la idea de una formación para todos, como escribió
Comenio en su conocida “Didáctica magna”
El carácter abierto lo entiendo además en otra
dimensión, el acceso a los documentos del curso. Esta característica de nuestra
era digital, permite acceder sin ninguna limitación a todos los archivos del
curso, elaborados bajo un tipo de licencia que facilite su reproducción y
difusión sin la necesidad de pagos de autor. Los límites a la reproducción
vienen dados por el tipo de licencia establecida. En el caso del Mooc la
licencia es del tipo Atribución-No comercial-Compartir igual
La idea.
Nuestro curso surge dentro de la tendencia
actual de numerosas universidades de abrir nuevamente sus contenidos a todo el
público, a partir de la experiencia de sus profesores. Sin embargo en el Mooc empleamos
una característica diferente: los estudiantes de la Licenciatura en Educación
se transformaron en sus profesores.
Los estudiantes a los que me refiero, cursan
el último semestre de la Carrera y
comparten conmigo una materia final de grado, donde su tarea más
importante fue el tema del Mooc para el que se prepararon. De este modo nuestro
Mooc tuvo un fuerte componente investigativo, además de la experiencia
inagotable que significó.
Pensamos que los protagonistas del curso,
debían ser estos estudiantes, asumirían un rol para el que se vienen preparando
durante cinco años y con ello se elevaría no solo la motivación por su trabajo,
sino la responsabilidad y el interés como futuros trabajadores del
conocimiento.
El Mooc se dirigió a los profesores de
colegios y de la propia Universidad, pero lamentablemente, aun con la
propaganda que se hizo, estos fueron los mayores ausentes y prefirieron seguir
lamentándose del poco tiempo que tienen, en vez de usar los recursos en función
de organizar dicho tiempo.
Las bases.
El Mooc que estamos describiendo se apoya, como
todos los demás, en el sistema de la educación a distancia. No importa la
clasificación que se les dé, su base radica en dos pilares fundamentales, la
organización didáctica de la formación a los participantes y la separación
física, que como todos conocemos se acorta por los medios tecnológicos.
Por otro lado nos adscribimos al criterio que
Cristóbal Suárez Guerrero señaló en su blog al describir tres categorías importantes
en el estudio pedagógico de los Moocs: interactividad, innovación e impacto.
La primera de ellas es compleja y aunque muy
empleada, difícil de definir. Es una categoría compartida entre varias ciencias;
la Comunicación, la Sociología, la Psicopedagogía y la Pedagogía.
La
enciclopedia de la Psicopedagogía señala que la interactividad es la influencia
recíproca mutua entre dos características, personas, sistemas, etc. O’Sullivan,
destaca que es “el intercambio y la negociación del sentido entre dos o más
participantes”
En mi opinión la interacción se manifiesta en dos niveles:
lo interno y lo externo. El nivel interno corresponde a la relación que se
establece a través de los medios entre el “profesor” del curso y los participantes, mientras que lo
externo son las relaciones entre todos los participantes. El profesor está
presente de una manera u otra en los documentos elaborados para el curso. Por
ello es esencial que los medios o recursos con los que se trabajan sean
propios para el curso y no
solamente una adaptación de otros, muchos de ellos extrapolados de la
organización presencial.
La segunda de las formas de interacción es externa
y visible, pero contradictoriamente es la de mayor ausencia. Se refiere a la
relación entre los asistentes al curso, reflejada principalmente en los comentarios y
opiniones expresados a lo largo del curso. En el caso de nuestro Mooc se plantearon dos
vías para este tipo de interacción, la primera consistió en agregar comentarios
a la guía de estudio, hospedada en Google Drive y la segunda comentar en el
muro del grupo en Facebook.
En el primer caso los comentarios fueron
disminuyendo significativamente, desde la primera guía hasta la última el
descenso fue de un 87%. Por otra parte se contabilizaron los accesos a los
documentos del curso y la tendencia fue la misma. Desde el primero hasta el
último la disminución fue de un 81%, consistente con el dato anterior. En otras
palabras a medida que el curso avanza, la interacción externa disminuye
considerablemente.
Estos datos nos ayudan a detectar la
existencia de los participantes “activos pasivos”, es decir aquellos que
responden las evaluaciones, pero no dedican un tiempo mínimo a expresar sus
opiniones. Tomando en cuenta estos resultados sugiero combinar la
interactividad, con la reciprocidad, entendida como un gesto de
consideración al trabajo ajeno. El resultado de ambas categorías está muy lejos
de lo que se espera de este tipo de curso.
Evidentemente la organización de los próximos cursos,
debe tomar en cuenta este detalle, pero es un tema que se arrastra desde los
sistemas iniciales de educación a distancia, donde la tasa de abandono es
elevada.
En el próximo comentario trataré sobre los
antecedentes que nos permitieron organizar el Mooc Tecnología educativa a
través de las redes sociales