lunes, 26 de enero de 2015

Los gurúes en educación no siempre llevan la razón.


El pasado año el periódico español ABC publicó una entrevista realizada al británico Mark Prensky, creador de los términos “nativo e inmigrante digital” que clasifican, en mi opinión de manera injusta, a los que nacieron antes o después de Internet. Pero no viene al caso la controversia en este caso, ya lo hice con anterioridad al denominarme como profesor de esta época
 
Mis estudiantes en un concurso de fotos
con el empleo del celular

El periódico ABC denomina a Prensky como “..uno de los pensadores más influyentes en el ámbito de la educación internacional” y por supuesto me pregunto cuál es la educación internacional?.

En la entrevista señala: "El nuevo modelo de pedagogía debe ser más intuitivo, basado en la «coasociación», y donde el profesor no da ninguna teoría. Más que dar una clase magistral o incluso explicar, el profesor solo necesita dar a los alumnos, en una amplia gama de formas interesantes, preguntas que responder y, en algunos casos, sugerencias de posibles herramientas y lugares para empezar y proceder”. En este caso opino que hay un disparate bien grande o tal vez sea un error de traducción. Pero esto último no lo es, asi que me quedo con mi primera apreciación.

Por supuesto que las preguntas que se elaboran contienen la teoría que el profesor no debe dar, según la nueva pedagogía de Prensky. Tal vez se le olvidó que para llegar a esas conclusiones debe valerse de una teoría, o de muchas fuentes teóricas. Me imagino a los niños que asistan a la escuela donde Prensky postula su clase sin teoría preguntarse por qué la escuela tiene un horario, o por qué el agua es la fuente de la vida, cosas de ese tipo aunque sean cotidianas requieren de la teoría.

Pero no voy a hacer toda la crítica a las ideas expresadas en el artículo, lo hizo y con excelente precisión el profesor español Alberto Royo que no se cataloga como “experto” pero si hace un excelente análisis de lo que llama “humilde semblanza” a la entrevista. 

Otro de los gurúes con comentarios desarcetados es Nicholas Negroponte fundador del proyecto "Una laptop por niño" ( One Laptop Per Child) que tiempo atrás relató la experiencia que su organización llevó a cabo con un grupo de niños analfabetos en Etiopía. En su experimento entregaron tabletas en cajas cerradas a un grupo de 20 niños en dos aldeas distantes entre sí. Según explicó al inicio del experimento los niños jugaban con las cajas hasta que uno la abrió y logró encender la tableta. Las conclusiones a las que llegó Negroponte es que si los niños aprendieron a leer, entonces pueden aprender para seguir leyendo.
 
En otras palabras no hace falta el profesor, el tutor, el maestro o como quieran llamarle, solo una tableta o un equipo para que los niños aprendan a leer. La conclusión parece salida de un cuento de ciencia ficción o algo parecido. Pero a esto hay que decir: el maestro es insustituible

El tercer gurú que quiero señalar es George Siemens que se empecina en señalar que el conectivismo es una teoría, como lo describe en Conectivismo: una teoría de aprendizaje para la era digital  con la traducción de Diego Leal. Después de leer el trabajo llegué a la conclusión que si bien el conectivismo tiene una lógica en la época actual, aun le resta mucho para ser una teoría. No se trata de crear una “teoría” para criticar a las demás y eso lo aprendí de la teoría de otros paradigmas que surgen como aportes a un proceso complejo como es el aprendizaje. 

Tampoco considero necesario crear algo por el simple hecho que las teorías anteriores aparecen en un momento histórico donde la tecnología no había logrado tal impacto en el aprendizaje. Creo firmemente en la utilidad de la Zona de desarrollo próximo y en los mediadores de Vigostky y en la importancia del aprendizaje significativo de Ausubel. Cuando analizo cualquier aprendizaje mediado por las tecnologías, me basta con acercarme a Vigostky y entender perfectamente lo que sucede cuando empleamos las modernas tecnologías y me sigue siendo útil la idea del aprendizaje donde lo nuevo se suma a lo conocido. 

No dudo de la idea del conectivismo, pero eso sí como teoría le falta mucho y en ello coincido con todos los trabajos de Miguel Zapata, publicados en el blog CUED  donde critica con precisión quirúrgica el conectivismo. 

En definitiva de gurúes o expertos educacionales está lleno el camino de la educación de hoy, muchos que escriben un libro o lanzan una idea donde la tecnología está ubicada en el centro son catalogados como “expertos” educacionales, aunque nunca estudió la teoría pedagógica. Por eso el viejo refrán “zapatero a sus zapatos” puede bien aplicarse a estos “expertos”.

Sus análisis tienen como centro las escuelas de los países altamente desarrollados, donde ese tipo de investigación, si es que puede llamarse así, es financiada por aquellos que venden todos esos artilugios a las escuelas, qué más da pagar la investigación si después van a vender miles de tabletas, para que los niños no necesiten de la teoría del profesor.

En mi criterio ellos actúan según la frase de José Martí publicada en "La Revista Ilustrada de Nueva York", el 10 de enero de l891 donde señala: "Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea…" así andamos con muchos aldeanos vanidosos.